¿Sabías que en el mundo se comete un suicidio cada 40 segundos? Sé qué esto es empezar fuerte la entrada, pero es una realidad que tiene que ser contada tal y como es. Sin tratar de ocultarla y procurando hablar abiertamente de ello.
Ayer, 10 de septiembre, fue el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Con motivo de este día, la OMS ha publicado un estudio que refleja que entre otras realidades, más de 800.000 personas al año se quita la vida en alguna parte del mundo.
En la mayoría de los casos, el hecho de quitarse la vida de manera “voluntaria” suele estar asociado a un gran sufrimiento. Además, el suicidio constituye una de las principales causas de muerte en todo el mundo.
Es por esto, que no hay que pasar por alto este tema tabú, que en muchas ocasiones es además desatendido y prácticamente incomprendido para la gran sociedad.
El hecho de que una persona se quite la vida está asociado al dolor que se genera en la familia y en el entorno de la persona afectada. Además de ser rechazado socialmente, siempre se genera un sentimiento de culpa.
Sin embargo, si lo que pretendemos es ayudar en la prevención del mismo, lo que deberíamos hacer es visibilizar estas muertes para ayudar a prevenirlas y disminuir su incidencia.
No voy a entrar en una gran profundidad de detalles de cifras, pero si cabe destacar los siguiente puntos:
En palabras del Dr. Benedetto Saraceno, ex Director del Departamento de Salud Mental dentro de la OMS:
“Más del 90% de todos los casos de suicidio se asocia a trastornos mentales tales como la depresión, esquizofrenia, el trastorno bipolar y alcoholismo.
Por lo tanto, para reducir la tasa global de suicidio es necesario referirse seriamente a la grave y creciente carga de la enfermedad mental en todo el mundo”.
Según afirma Alejandro Fernández en su libro De bipolar a Bipolar, la mitad de las personas que padecen trastorno bipolar han intentado acabar con su vida al menos una vez y hasta un 13% de la población bipolar muere por esta causa.
Aquí, como bipolar que soy, quiero puntualizar que aunque sí que he pensado en el suicidio como una posible solución para terminar con el sufrimiento en alguno de los momentos que he tenido de depresión, nunca he intentado suicidarme.
Cuando uno está tan mal que no tiene ilusión ni ganas por nada ni de nada, no encuentra sentido al qué hacer con su vida, siente que no es capaz de nada y que jamás podrá volver a disfrutar de todas aquellas cosas de las que antes disfrutaba, la idea del suicidio puede llegar a parecer algo no tan descabellado.
Uno de los objetivos en los que deberíamos centrarnos a nivel social es la reducción de la tasa de suicidio. Surge así, la necesidad por parte de los gobiernos de los distintos países, de tomar medidas que permitan disminuir esta tasa de la que antes hablaba.
Algunas de estas medidas son las que se recogen a continuación:
Este plan podría incluir:
Números de teléfono para ponerse en contacto con el equipo médico, información de contacto de amigos y familiares, descripción del diagnóstico médico, información sobre las medicaciones que se esté tomando…
Para cerrar la entrada de hoy, me gustaría compartir con vosotros el siguiente texto de Dan Neville TD, presidente de la Irish Association of Suicidology) (Asociación Irlandesa de Suicidio).
“No será hasta que se considere “OK” el padecer una enfermedad mental, como lo es tener una enfermedad física, que nosotros como sociedad habremos, al fin, aceptado la enfermedad mental como parte de nuestra existencia humana.
No será hasta que nuestro lenguaje cotidiano se sensibilice a la necesidad de eliminar el estigma, que podremos abocarnos de lleno a aquellos que sufren de enfermedad mental.
Cualquiera puede sufrir una enfermedad mental. Cualquiera puede morir de suicidio.”
Fuente: consaludmental.org, artículo Enfermedad Mental y Suicidio
Un saludo y hasta la próxima entrada. ?
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Enhorabuena Sergio por tu valentía y muchas gracias por la generosidad de compartir tu realidad .
Con esta iniciativa, tan apropiada para llegar a muchos jovenes, vas a contribuir a normalizar algo más esta enfermedad y ayudar a superar algunas resistencias que existen en estas personas y sus familias. Mucha suerte y continúa compartiendo.
Hola Inés, muchísimas gracias por tu comentario.
Me alegra leer comentarios tan positivos y espero, como tú bien dices, poder contribuir normalizar esta enfermedad y a eliminar el estigma que rodea a las enfermedades mentales.
Un saludo y gracias de nuevo