¿Tenemos que compartir con nuestros familiares, amigos y conocidos que hemos sido diagnosticados con trastorno bipolar? ¿Qué nos dicen los profesionales al respecto?
El otro día hacía estas preguntas en diversos grupos y páginas de facebook relacionados con el Trastorno y digamos que las respuestas se pueden agrupar en 3 grandes grupos:
En mi opinión, yo prefiero hablar abiertamente sobre ello.
Éstos dicen muchas cosas obviamente. En mi caso, tanto la psiquiatra como la psicóloga me dejaron bien claro que compartir el que tengo una enfermedad mental es una decisión mía en todo momento.
Soy yo quien debe decidir si quiere compartirlo o no y con quién. Durante mucho tiempo, apenas lo decía y únicamente los más cercanos (familia y algunos amigos) sabían de la enfermedad.
Todo esto ha ido cambiando y la razón no ha sido otra que el problema del estigma no se va a solucionar por sí solo y por eso, decidí abrirme al mundo y empezar a hablar abiertamente sobre la enfermedad.
Por contra, mi médico de cabecera es más de la opinión de que no debería decir que se es bipolar. Personalmente cree que puede perjudicarme a nivel profesional, precisamente por el estigma del que os hablo.
Querido lector, ahora te pregunto, ¿tú crees que se debe decir que se es bipolar? Puedes responder de manera pública en los comentarios o bien escribirme de manera privada a través del correo info@realidadbipolar.es.
Por último, si te ha gustado la entrada y/o si piensas que este espacio puede servir de ayuda a alguien que conozcas, ¡no dudes en compartirlo! Cuanto más informados estemos, mayor entendimiento habrá en la sociedad acerca de las enfermedades mentales.
Cuantos más personas seamos las que nos animamos a hablar abiertamente sobre la enfermedad, antes lograremos terminar con el estigma que rodea a la misma.
Tener una enfermedad mental es algo que cualquier persona puede padecer. Las enfermedades mentales no entienden de países, culturas, ideologías políticas, ni ningún componente social.
Esto es todo por hoy. ¡Un saludo y hasta la próxima entrada! ?
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Yo después de haber pasado por ese periodo expansivo de una manía, aun con algún remanente presente, lo hablaba libremente, y aqui en españa no me fue muy bien que digamos, un día una chica me discrimino muy fuertemente, tildandome de loco bipolar a grito pelao en medio de un parque, advirtiendo a los demas de mi condición y que debían apartarme del grupo, la verdad no había hecho nada que ni por asomo, ameritara una reacción semejante, a raiz de esto creo que decidí aprender a callarme un poco la boca al hablar de TAB relativo a mi, hoy en día, me cuido mucho de a quien pensar en decirle lo que me ocurre, pueda ocurrir y me haya ocurrido, de hecho nunca he tenido con quien poder hablar de lo que yo llamo “mis aventuras bipolar” de TAB si, pero de mis vivencias en las distintas fases, nunca, hoy en día siento tristeza por personas como esta chica que basadas en un profunda ignorancia, estigmaticen tan cruelmente a una persona por este motivo, un abrazo y a compartir la info
De personas como la chica que describes no hay que esperar más que eso. Tristeza por su ignorancia y absoluta carencia de empatía.
De todas formas, quien esté libre en su familia de algún caso de enfermedad mental (trastorno alimenticio, autismo, TOC, alzheimer, esquizofrenia, TAB...) que tire la primera piedra.
Según las estadísticas, una de cada cuatro familias cuenta con algún caso de enfermedad mental y como sociedad tenemos el deber de aceptarlas y tratarlas de la misma forma que se aceptan y tratan las enfermedades físicas. Sin embargo, todavía queda mucho tiempo hasta que esto ocurra, pero poco a poco, estamos en ese camino. Un abrazo muy fuerte Ricardo